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Los delitos se han cometido siempre en fincas de Palma con varios pisos y a distintas horas.

En varias de las denuncias se declara que el violador llevaba gafas de sol con montura de pasta negra y cristales oscuros. En un par de ocasiones las víctimas se fijaron en que llevaba un reloj de pulsera con cadena metálica en la muñeca izquierda. La policía no descarta que resida en alguna localidad de la Part Forana de la Isla, y que se desplace a Palma con la única intención de cometer los delitos.

En la mayoría de ocasiones el violador ha seguido a las víctimas en la calle y ha entrado con ellas en el edificio donde residen. Una vez dentro ha entrado con las menores en el ascensor, donde las ha amenazado y ha subido con ellas hasta la última planta. Después las ha obligado a ir con él hasta el altillo, donde suele estar la maquinaria del ascensor, lugar en el que ha consumado las agresiones sexuales.

Se le considera altamente peligroso por la cantidad de violaciones que ha llevado a cabo y la frialdad y sangre fría con que la que actúa. Da el perfil del violador en serie y sus víctimas son siempre niñas de las edades citadas.

Otro dato con respecto a sus costumbres, o vicios, es que es fumador. A primera vista no tiene mal aspecto y da la impresión de ser un individuo normal. Toda una serie de datos sobre sus características personales han sido facilitados a cuerpos policiales de la Isla, al objeto de tratar de localizarle y proceder a su detención.