La suerte se alió ayer con cuatro marineros pero no con su
embarcación, el pesquero «Illa del Sol», que acabó en el fondo del
mar, a 44 metros, después de ser embestida por un velero de 14
metros de eslora tripulado por un ciudadano alemán. Sólo uno de los
pescadores resultó herido y fue hospitalizado en Son Dureta, aunque
su estado de salud no corre peligro.
En el «Illa del Sol» iban los marineros Vicente Botella,
Francisco Cerdà, Bautista Carlos Clement y Gerardo Pons. Esta
embarcación, de unos 16 años de antigüedad y 50 toneladas de peso,
había salido a las cinco de la madrugada junto a otros seis
pesqueros del Muelle de Pescadores de Palma hacia las pesqueras de
Cabrera. Unos veinte minutos después, cuando se encontraba a unas
cinco millas de la costa, fue embestida por su izquierda por el
velero «Phonix» de bandera alemana, «que iba a motor y sin apenas
luces y eso que no había amanecido», explicó uno de los pescadores
que auxilió al «Illa del Sol».
El velero sólo sufrió daños en la proa y ayer por la mañana
todavía algunos pescadores no se explicaban «cómo había podido
hundir una barca de bou». El velero lleva el ancla en la parte
delantera y ésta se clavó en la obra viva del pesquero y produjo
una gran vía de agua en el casco.
«Nos dio un poco más adelante del centro del barco en la parte
de babor, yo estaba en el rancho (especie de camarote) de la parte
delantera, hubo un fuerte golpe y tembló todo, moderamos máquinas
pero un minuto después fui a la parte de máquinas y parecía un río,
entraba agua por todo, subí y le dije al patrón que pidiese ayuda
porque nos íbamos a pique. Luego nos lanzamos al agua yo y dos
compañeros con la balsa salvavidas, Gerardo quedó atrapado pero
salió como pudo. En pocos minutos la embarcación se había hundido»,
explicó Bautista Carlos Clement, que llevaba nueve años faenando en
el «Illa del Sol».
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