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Andreu Salom logró entrar en el cuerpo de Bombers de Palma hace 45 años. Ayer realizó su último turno en el parque de sa Taulera. Era un día especial y quiso celebrar su jubilación con sus compañeros de turno. Durante tanto tiempo como profesional guarda todo tipo de recuerdos, «algunos buenos y otros malos», pero se siente orgulloso de haber recibido de manos del ex alcalde de Palma Máximo Alomar la medalla de salvamento. «Tengo el honor de haber podido participar en el salvamento de varias vidas humanas». Andreu entró como chófer en los bomberos, y al principio compaginó el trabajo con su gran pasión, el fútbol. De hecho, ha sido jugador profesional de fútbol durante doce años. Jugó en Primera División en varios equipos, incluido el F.C. Barcelona (compartió vestuario con Kubala, entre otros jugadores), y tras retirarse ha estado siempre ligado a este deporte como entrenador. «Estoy seguro que no añoraré el trabajo, aunque sí a muchos de mis compañeros, porque ahora me dedicaré a caminar y a entrenar al equipo de infantiles del Génova». Andreu recuerda que cuando entró en el cuerpo «éramos doce hombres y sólo teníamos dos camiones y un jeep». Ahora «somos muchos más, los jóvenes están muy preparados y tenemos muchos más medios». A Andreu Salom le ha dolido que tras incorporarse al trabajo tras un año de baja «no me han querido dar la nueva indumentaria».