Funcionarios de la Brigada de Extranjería de la UCRIF, del Cuerpo
Nacional de Policía, han desarticulado un grupo organizado de
nacionalidad rumana y española dedicados a cometer delitos contra
el patrimonio mediante la sustracción de documentación y tarjetas
de crédito. La mayoría de víctimas eran extranjeros de vacaciones.
Los documentos robados servían para cometer estafas a sus
titulares, así como a entidades crediticias y bancarias por un
importe hasta el momento de más de 360.000 euros que al cambio
supone más de 60 millones de pesetas.
Los siete integrantes del grupo han sido puestos a disposición
judicial y cinco han ingresado en prisión. Los detenidos son:
Antonio B.D., de 38 años, considerado el «cerebro» del grupo y
propietario de una tienda de telefonía; Miguel R.P., de 27; Miguel
R.M., de 58, padre del anterior y ambos encargados en un rent a
car; Iulian D.G., de 26 años; Iulius Constantín S., de 27; Mihai
M., de 36 y Emil M., de 36 años.
Las investigaciones se inician en el mes de julio pasado al
tener conocimiento los agentes de que en la línea de autobús
público número 15 que hace el trayecto Palma- s'Arenal se venían
produciendo sucesivas sustracciones de carteras que contenían
dinero y tarjetas de crédito. Con éstas últimas los autores
conseguían obtener importantes cantidades de dinero de forma rápida
y antes de que las víctimas se apercibieran de la sustracción. Los
investigadores, después de numerosas gestiones, localizaron el
lugar desde el cual se manipulaban las tarjetas de crédito robadas,
tratándose de una empresa de telefonía sita en el Camino de La
Vileta. Allí se pudo comprobar que existían dos datafonos
conectados a la red bancaria utilizados asíduamente para «pasar»
las tarjetas robadas hasta agotar el crédito de las mismas.
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