El agente Pep Úbeda en el hospital. Foto: G. PICÓ

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«Era consciente de que me jugaba la vida, pero creo que no he hecho nada que no hubiese hecho ninguno de mis compañeros». Pep Úbeda, agente de la Policía Local de Palma, salvó ayer por la mañana la vida de un hombre de avanzada edad cuya vivienda se incendió, pero no se cansa de repetir que «cualquier persona en mi lugar hubiese hecho lo mismo». En el incendio resultó intoxicado por el humo y fue conducido hasta la Mutua Balear de Palma, donde quedó ingresado. «Me han dado oxígeno y antibióticos porque puede que se me hayan intoxicado los pulmones por el humo, pero espero que mañana (por hoy) me den el alta», explicó a Ultima Hora

Sobre las 9.15 horas de la mañana de ayer el 112 pasó un aviso de un incendio en una cocina, en un primer piso del número 43 de la calle Capità Vila de Palma. El agente estaba en la plaza Pere Garau y acudió de inmediato al bloque de pisos. Pep Úbeda fue el primero en llegar y subió a la vivienda. «En la puerta estaba la mujer y varios vecinos y la casa estaba llena de humo, el fuego no era en la cocina, sino que se había iniciado en una habitación y había una persona atrapada», dijo. Prendió un sillón que estaba junto a una estufa y se propagó por las sábanas y cortinas. «Evalué la situación y decidí ir a por el hombre, que tiene unos 75 años de edad», explicó. «Me puse el casco de la moto y el pasamontañas y entré, lo encontré en el suelo, junto a la cama y lo arrastré hasta afuera. Debido al esfuerzo inhalé humo», añadió Pep Úbeda. En breve llegaron varios compañeros suyos de la Policía Local de Palma, del Cuerpo Nacional de Policía y efectivos del Cos de Bombers y del 061. «En estas situaciones la mayoría de veces que uno entra a salvar a otra persona se suele quedar, pero ha ido bien», destacó. El hombre a quien rescató fue trasladado a Son Llàtzer, donde quedó hospitalizado. Esta persona padece una grave enfermedad por lo que tiene escasa movilidad y se da la circunstancia de que hace tres días había salido del hospital. Su mujer, de 63 años de edad, también resultó intoxicada leve y tuvo que recibir asistencia sanitaria. Ayer quiso agradecer a policía, bomberos y ambulancias «lo bien que se habían portado», y que un agente «haya salvado la vida a mi marido».