Miles de voluntarios, muchos de la Media Luna Roja, llegaron para
ayudar a unas 40.000 personas que siguen viviendo en una ciudad que
antes del terremoto tenía unos 100.000 habitantes. «La gente
comienza a superar la conmoción inicial y a hacerse preguntas sobre
su futuro. Tienen miedo de que los lleven a los campamentos y que
eso postergue la reconstrucción», señaló Jasper Lund.
La mujer sobrevivió gracias al mueble que se le cayó encima y
formó una cavidad que le permitió respirar, en uno de los barrios
de la ciudad, Bagh Narenj. En total, 78 réplicas del terremoto que
azotó el 26 de diciembre la ciudad iraní de Bam (sureste) fueron
registradas, según indicó en la mañana de ayer el presidente del
instituto iraní de sismología, Mohsen Ghafory-Ashtiany.
El seísmo, que causó entre 30.000 y 35.000 muertos, alcanzó los
6'3 grados en la escala Richter, mientras que los observatorias
extranjeros llegaron a detectar movimientos de hasta 6'7 grados.
Desde ese momento, los científicos registraron una réplica de entre
5 y 6 grados, otro de entre 4 y 5, 25 de entre 3 y 4 y 51 de entre
2 y 3, precisó Ghafory-Ashtiany. Los riesgos de seísmo en Bam, en
el sureste de Irán, son conocidos, ya que existe una falla de al
menos un kilómetro en el centro de la ciudad y la probabilidad de
un terremoto se consideraba «importante o muy importante».
Un comandante de los Guardianes de la Revolución, soldados del
Ejército iraní que participaron en las operaciones de socorro,
estimó que 35.000 personas murieron en el terremoto de Bam, en el
sureste del país, según informó la agencia oficial Irna. El
vicecomandante de los Guardianes de la Revolución en el sudeste de
Irán, Hosein Fataji, calcula que el número de heridos en el
terremoto de 6'3 grados del 26 de diciembre es de 17.000. A pesar
de que algunos balances anteriores hablan de 50.000 muertos, la
cifra que cuenta por el momento con más visos de exactitud es la de
30.000. El encargado de Naciones Unidas de coordinar la ayuda a
Bam, Jasper Lund, aseguró que los muertos oscilan entre 30.000 y
35.000. De hecho, unas 28.000 personas han sido enterradas de forma
oficial en Bam, mientras que entre 5.000 y 6.000 pudieron haber
sido inhumadas por sus familias, sin registro previo.
Mientras las calles eran limpiadas en la ciudad de Bam, abrieron
los bancos y el correo, pero los habitantes se negaban a agruparse
en los campamentos para facilitar la ayuda humanitaria por temor a
que la reconstrucción de la ciudad devastada por un terremoto el 26
de diciembre demore más de lo prometido.
Las clases se reanudarán el lunes próximo en cinco escuelas, con
los alumnos que sobrevivieron al sismo que dejó entre 30.000 y
35.000 muertos. Los cursos serán impartidos en carpas o en
viviendas prefabricadas, ya que los escasos edificios que
permanecen en pie podrían derrumbarse en cualquier momento.
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