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AGENCIAS-OSLO
Varias horas después de que se escucharan las últimas señales de vida, los equipos de rescate rastreaban ayer las aguas heladas de la costa noruega en busca de 15 miembros de una tripulación principalmente filipina, desaparecidos después de que su buque zozobrara en aguas poco profundas el lunes.

Dos cuerpos fueron recuperados del Mar del Norte después del accidente y 12 miembros de una tripulación de 30 fueron rescatados con vida, incluyendo tres rescatados durante la noche por un agujero abierto en el casco del barco de carga noruego «Rocknes». Ayer por la mañana fue rescatado un tercer cadáver. Los hombres atrapados habían sido escuchados dando golpes y gritando desde dentro durante casi siete horas después de comunicarse por primera vez con los equipos de rescate mediante una nota garabateada pasada a través de una pequeña abertura. Pero ayer por la mañana, los equipos dijeron que llevaban varias horas sin captar señales de vida desde dentro del barco de 166 metros.

«En este momento, no creo que podamos encontrar más supervivientes en el barco», dijo el portavoz de la policía de Bergen. «No hay esperanza para la gente que está en el agua, está muy fría, alrededor de seis grados bajo cero», agregó. El agujero abierto en el casco se había cerrado porque los equipos de rescate querían mantener todo el aire posible dentro del barco, para estabilizarlo y mantenerlo flotando, declaró.

El «Rocknes», con una tripulación de 24 filipinos, tres holandeses, dos noruegos y un alemán, llevaba rocas a Alemania cuando naufragó en aguas poco profundas poco después de abandonar el puerto de Bergen, en el suroeste de Noruega. Un testigo del desastre dijo a una cadena de televisión noruega: «De repente volcó en cuestión de segundos. Los equipos de rescate estaban allí un minuto después». El barco había sido revisado por las autoridades marítimas noruegas el año pasado.