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Una mujer, acusada de tráfico de drogas, alegó ayer que había cometido el delito como consecuencia de la bulimia que le causa un trastorno alimentario. Esta acusada, Patricia S.A., afirmó que financiaba su adicción a las drogas con la venta de cocaína, y de hecho fue detenida en una operación en la que la Guardia Civil intervino cinco kilos de esta sustancia. Patricia fue juzgada ayer junto a Domingo S.D., Lorenzo S.R. y José Carlos L.P. La fiscal Amparo González reclama para los dos primeros que cumplan cada uno diez años de prisión, mientras que a los otros dos les pide sendas penas de cinco años.

La acusación intentó demostrar ayer que los dos primeros adquirían la droga en Valencia y que la trasladaban a Mallorca a través de empresas de transportes. La facturaban como si se tratara de artículos de propaganda. La fiscal mantiene que el grupo realizó varios envíos de droga durante el año 2002. Sin embargo, no fue hasta el día 18 de enero del año pasado cuando la Guardia Civil interceptó un paquete que contenía estos cinco kilos de cocaína.

La acusada sólo quiso contestar a las preguntas de la defensa. Explicó que era adicta a las drogas y que este consumo era consecuencia del trastorno alimenticio que sufría. Patricia afirmó que «prefiero morirme antes de estar gorda». La acusación rechaza que esta supuesta enfermedad que refirió ayer la acusada pudiera afectarle de alguna forma en el momento que cometía el delito de narcotráfico que le imputan.