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AGENCIAS KONYA
Equipos de rescate, en algunos casos sólo con las manos, buscaban ayer a decenas de personas que se temía podrían estar atrapadas bajo los escombros de un edificio de viviendas de diez pisos en la ciudad turca de Konya, que se desplomó y causó la muerte al menos a 15 personas. El derrumbe se produjo la tarde del lunes y la búsqueda fue ininterrumpida toda la noche pese a las bajas temperaturas en la ciudad ubicada a 250 kilómetros al sur de la capital, Ankara. Los medios de comunicación turcos dijeron que la cifra de muertos se elevaba a 15 y que el número de heridos era de 30. Una niña de dos años estaba entre los fallecidos.

Los equipos de salvamento temían que aumentara el balance de fallecidos ya que se cree que hasta 120 personas podrían haber estado en el interior del edificio de 36 apartamentos. «Nos estamos topando con muchos cuerpos pero nuestra prioridad es encontrar supervivientes, así que no estamos haciendo nada con los muertos por el momento», dijo el empleado de los servicios de rescate. Otro miembro de los servicios de emergencia dijo que los residentes de los pisos inferiores tenían escasas opciones de sobrevivir. La causa del derrumbamiento no estaba clara. Funcionarios culparon a la mala calidad de la construcción, mientras que testigos dijeron que escucharon una explosión.