A primera hora de la mañana el Grupo de Homicidios, tal y como
ya hizo el domingo y el lunes, coordinó los diferentes dispositivos
y la batida superó el término municipal de Palma. Son Ferriol, el
Pla de Na Tessa y Puntiró, 'peinados' casi metro a metro, no
ofrecieron ningún resultado, y por ese motivo todo el operativo de
ayer rastreó en otras zonas, sobre todo en la carretera vieja de
Sineu, Santa Eugenia y algunos descampados de Marratxí. Motoristas
del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza), se mezclaron
con patrullas motorizadas del 091, y los especialistas del GREIM
(Grupo de Rescate e Intervención en Montaña) se adentraron en los
parajes más complicados.
En un grupo iban unos 30 efectivos y el resto de participantes
en la batida se dividieron en pequeños equipos, de dos y tres
personas. Uno de los motoristas, en concreto un miembro de la
Benemérita, sufrió un accidente cuando buscaba por s'Hostalots. Sus
compañeros lo trasladaron en un vehículo policial hasta un
hospital. Los agentes registraron media docena de casas de campo
abandonadas y en estado de ruina en la carretera vieja de Sineu, y
también prestaron especial interés a los márgenes de la calzada de
esa vía, ante la posibilidad de que el cuerpo de María Isabel
Ferrer estuviera allí.
Paralelamente, los investigadores siguen la pista de su
compañero sentimental, un marroquí de 28 años llamado Hamir, que la
sometía a malos tratos y que huyó de Mallorca el mismo día de la
desaparición de María Isabel, el pasado viernes. El magrebí, que
cuenta con antecedentes, tomó un vuelo hacia Madrid y de allí se
cree que viajó a una ciudad marroquí. La vecina de Son Cladera
desaparecida tiene un hijo de 10 meses, fruto de su unión con
Hamir, y otro de dos años, y la policía sospecha que pudo ser
asesinada por el marroquí y arrojada a las afueras de Palma.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.