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Un coche se incendió ayer en la carretera de Valldemossa, provocando el caos en el tráfico rodado. El turismo en cuestión, un Peugeot 205, circulaba por un tramo ligeramente curvo de la carretera de Valldemossa, en dirección a la universidad, y sobre las 10.30 horas empezó a salir humo del motor. El conductor intentó controlar la situación, pero el humo era cada vez más denso y la parte delantera del vehículo quedó envuelta en llamas. Las llamaradas, entonces, obligaron al ocupante a salir rápidamente y otros conductores fueron deteniendo sus coches por temor a pasar junto al Peugeot ardiendo. El Subsector de Tráfico de la Guardia Civil y el Cos de Bombers de Palma recibieron, segundos después, varias llamadas telefónicas de testigos del incendio que pedían ayuda. Un miembro de la Policía Judicial, que viajaba en un coche camuflado, se detuvo a prestar auxilio, y roció con un extintor el motor, del que seguían saliendo grandes llamaradas. Mientras tanto, la situación se iba complicando en ambas direcciones, en una hora en la que el tráfico es muy denso, sobre todo por parte de estudiantes que se dirigen a la universidad. Media docena de bomberos arrojaron con una manguera grandes cantidades de agua sobre el motor y consiguieron, por fin, sofocar el incendio. A continuación movieron el turismo y lo colocaron frente a la entrada de una finca, para que se pudiera restablecer el tráfico. Un portavoz de la Guardia Civil explicó que las colas fueron «muy considerables» y que se vivieron momentos de nerviosismo entre algunos conductores.

El automóvil en llamas quedó destruido, en su parte delantera, lo que le supone un estado de siniestro total porque el motor resultó calcinado. Pese a la aparatosidad del incidente, sin embargo, no hubo que lamentar desgracias personales.