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Florencio Caballero, el padre de la joven asesinada el viernes a manos de su marido en la localidad madrileña de Móstoles, aseguró ayer que «nadie podía esperar este desenlace, porque (el marido) no era agresivo, aunque sí se excitaba muy rápido, y las agresiones son resultado de ese momento de excitación» y añadió que lo ocurrido «no es nada fortuito», pues algunos vecinos le confirmaron que «estaba esperándola». Caballero, que recibió ayer en su domicilio la visita del alcalde de Móstoles, Esteban Parro, para trasladarle su solidaridad y rechazo a estos actos, explicó que su hija conoció al que ha resultado ser su asesino hace seis años, fruto de su interés por el mundo árabe. La pareja tenía un hijo de cuatro años de edad. Añadió que los malos tratos comenzaron pronto, por lo que hace tiempo tuvieron un juicio de faltas, en el que el marido negó todos los cargos. Poco después, ella interpuso la demanda de separación y volvió a casa de sus padres con su hijo, situada en el número 2 de la misma calle donde falleció. El portavoz de Emergencias de la Comunidad de Madrid 112, Luis Serrano, explicó que todo indica que la muerte de la joven Verónica Caballero en la noche del viernes fue causada por «una herida muy profunda que le seccionó la yugular y que la hizo perder un gran volumen de sangre en cuestión de segundos». Además de ésta y otras heridas «superficiales, que no comprometían para nada su vida, presentaba al menos otras dos heridas incisas en la zona del tórax y una más en el cuello».