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Andreu Jaume Ballester, de 84 años, vivía en Son Servera y cada mañana, a primera hora, salía a pasear por es Comellà Fondo, para ejercitar las piernas. El miércoles no fue una excepción, pero misteriosamente no regresó a casa. Nadie sabía qué le había ocurrido y por la tarde su familia interpuso una denuncia en el cuartel de la Policía Local de Son Servera. A las 07.15 horas, aproximadamente, un Opel Corsa que circulaba a gran velocidad había sufrido un espectacular accidente en es Comellà.

Se llevó por delante un poste y quedó en estado de siniestro total, con su conductor, Pedro José Vives, de 20 años, herido de consideración. El joven, mientras era atendido, explicó que tenía la sensación de haber atropellado a alguien «un animal o quizás una persona». La Policía Local confeccionó el correspondiente atestado sobre el siniestro y rastreó en las inmediaciones del turismo destrozado, sin encontrar nada extraño. El cadáver de Andreu Jaume, sin embargo, había salido despedido como consecuencia del brutal impacto y yacía a unos 60 metros, entre la maleza.

Después de la denuncia interpuesta por su familia los agentes empezaron a relacionar la desaparición con el accidente y ayer por la mañana, a las 07.30 horas, regresaron al escenario y localizaron, por fin, el cuerpo sin vida del anciano. De un tiempo a esta parte los vecinos de Cala Bona han mostrado su indignación por las carreras ilegales de coches que se llevan a cabo en el camino de es Comellà Fondo, protagonizadas sobre todo por jóvenes que pilotan vehículos de gran potencia y de forma temeraria.