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Una niña inglesa de tres años de edad fue descubierta en la madrugada de ayer por la Policía Local de Palma sola y en estado de abandono en un piso lleno de suciedad de Cala Major.

A la 01.37 horas, aproximadamente, una llamada en la centralita del 092 alertó de que una mujer estaba provocando destrozos en el interior de un garaje con un extintor. Cuando la patrulla llegó hasta la dirección señalada contactaron con tres vecinos, entre ellos el presidente de la comunidad, que explicaron que la extranjera en cuestión tenía las facultades mentales perturbadas pero aún así estaba al cargo de su hija, de pocos años de edad. Añadieron que habían alquilado un piso y luego se habían marchado a Inglaterra, aunque el pasado día 25 regresaron la mujer, llamada Rebecca, y la niña, de 3 años. Desde entonces, la puerta de la casa estaba casi siempre abierta y la mujer pedía a cualquier hora del día o de la noche a los vecinos que se encargaran de la hija. En otra ocasiones, la pequeña estaba sola durante muchas horas, con la puerta abierta.

Los agentes se desplazaron rápidamente hasta esa vivienda y localizaron, en efecto, a la criatura sin nadie que la guardara. Además, la casa presentaba un estado higiénico lamentable y había basura y suciedad acumulada por todos lados. La madre, de 30 años, apareció en la calle, limpiando coches a pesar de que era ya de madrugada, y cuando fue interrogada sobre la situación de la niña respondió con incoherencias, evidenciando un desequilibrio psíquico considerable.

Una ambulancia se personó en Cala Major y se hizo cargo de Rebecca, que seguía aturdida. Madre e hija fueron evacuadas en un primer momento hasta Son Dureta, donde confirmaron que el estado físico de la pequeña -al margen de que iba un tanto sucia- era óptimo. La señora fue atendida en el Àrea de Psiquiatría y una vez concluida la revisión los especialistas consideraron oportuno ingresarla. La Policía Local, entonces, se puso en contacto con el juzgado de instrucción número 10, que estaba en funciones de guardia, para informar del caso de la pequeña y concretar las medidas a adoptar. De hecho, no se localizó a ningún familiar y tras algunas gestiones fue acompañada hasta el centro de menores de es Puig des Bous, en la barriada de Son Anglada. Horas después, los agentes contactaron con la familia de Rebecca en Inglaterra y su hermano les reconoció que estaba en tratamiento psiquiátrico y que no sabían que había regresado a Mallorca con su hija y sin su marido. La familia se ha hecho cargo de la menor.