Pilar Sánchez, la empresaria del agroturismo de Costitx denunciada
por la Guardia Civil por montar supuestamente una macro fiesta
ilegal, se defendió ayer de las acusaciones y aseguró que no se
cobró entrada a nadie: «nos denunciaron por venganza, porque mi
hijo está empezando en este mundo de la noche y hay muchas
envidias». La mujer aseguró que tiene asegurados a sus trabajadores
y justificó que la Guardia Civil interviniera «éxtasis», cocaína,
hachís y marihuana a la entrada de la finca «porque no podíamos
controlar a todo el mundo».
Otro punto que quiso matizar es el del horario: «Empezamos con
la fiesta a las 10 de la mañana del domingo y a las 21.30 horas ya
había acabado». La empresaria reiteró que no se trataba de una
fiesta organizada, sino de dos cumpleaños -el suyo y el de la novia
de uno de sus hijos-, que quería celebrar con sus amistades. «Luego
se unió mi hijo, que conoce a muchísima gente y que tiene una
empresa relacionada con el mundo de la noche. De ahí que vinieran
disk-jockeys». Sobre la presencia de tres vigilantes de seguridad
en la finca, aseguró que no cobraron y que lo hicieron por
ayudarla.
Por último, Pilar denunció que fueron otros organizadores de una
fiesta de un pueblo cercano «los que se beneficiaron al venir la
Guardia Civil a nuestra finca ¿que casualidad no?». «Fuimos unas
200 personas, nos divertimos mucho, pero no hubo riesgo para nadie.
En mi finca se cumplen todas las medidas de seguridad y hay
extintores».
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