Este vehículo de la derecha está parado en la autopista del aeropuerto desde hace más de 15 días. Foto: GUILLEM PICÓ

TW
0

Los vehículos averiados o abandonados se están acumulando en los arcenes de las autopistas de Mallorca desde hace algunas semanas ya que nadie se encarga de retirarlos. Tanto en la autopista del aeropuerto, en la de Inca o en la de Palmanova, y en ambos sentidos hay algún coche averiado o abandonado por sus propietarios o porque fue robado.

El Reglamento General de Circulación, en su artículo 94, establece que «queda prohibido estacionar en autovías o autopistas, salvo en las zonas habilitadas para ello». Estas zonas serían las áreas de descanso, pero como en Mallorca no hay, no se puede estacionar en ninguna autopista o autovía, según el reglamento de la Dirección General de Tráfico. La multa establecida por infringir esta ley es de 150 euros. Habitualmente, con el seguro del coche entra la grúa y los conductores que tienen algún problema llaman a la compañía y poco después llega la grúa.

El problema es si no hay grúa contratada o se circula sin seguro. Hasta hace poco, cuando había algún vehículo en el arcén que no era retirado por su propietario, la Guardia Civil de Tráfico llamaba a una grúa, se retiraba el vehículo de la vía, la Benemérita pagaba y después cargaba el coste de la grúa en la cuenta del titular del coche. Sin embargo, hace unos meses ha dejado de realizarse esta práctica y los coches se acumulan en los arcenes, con el consiguiente peligro para el resto de conductores ya que provocan el «efecto imán».

Además, ofrecen una mala imagen, por ejemplo a los turistas que al llegar a la isla se encuentran un vehículo abandonado en la autopista y al marcharse unos días después lo vuelven a ver allí cuando van de camino al aeropuerto. Así, durante más de mes ha estado abandonado en la autopista de Palmanova, en la salida de Gènova, un Ford Escort. En la autopista del aeropuerto, en el kilómetro 3, hay un Opel Corsa blanco desde hace más de 15 días. Más adelante, debajo del puente de Coll den Rabassa, se encuentra desde hace dos semanas un Renault 21. Lo mismo ocurre antes del túnel de Gènova, donde hay un Renault 18, o en la autopista de Inca, a la altura de Marratxí, con un Opel Kadet.