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Dos menores se encaramaron en la madrugada de ayer a la fachada del Ajuntament de Lloseta y prendieron fuego a la bandera española. La Policía Local, apoyada por la Guardia Civil, llevó a cabo un rápido dispositivo de búsqueda de los implicados y consiguió detener a dos jóvenes de 17 años, uno de ellos vecino de la localidad y el otro residente en Binissalem.

Aproximadamente a la una de la madrugada un vecino de la casa consistorial escuchó ruidos extraños y al asomarse por una ventana presenció cómo dos individuos se subían a una furgoneta. Desde ahí, uno trepó al balcón del Ajuntament y el otro fue grabando toda la maniobra con una cámara digital. El testigo dio aviso a la Policía Local, que envió a todas las patrullas disponibles hasta esa dirección. Además, en el operativo participaron efectivos de la Policía Local de Binissalem y de la Guardia Civil del cuartel de Inca.

Cuando los funcionarios llegaron comprobaron que, en efecto, la bandera española estaba envuelta en llamas y vieron cómo dos zagales emprendían la fuga corriendo. La persecución fue breve y los policías consiguieron dar alcance a los dos sospechosos. Uno de ellos, de 17 años, llevaba en su poder un spray y el otro, de la misma edad, la cámara con la que supuestamente habían filmado la gamberrada. Sin embargo, se trataba de una máquina digital y tomaron la precaución de tirar la tarjeta gráfica antes de que los detuvieran.

Los dos muchachos fueron identificados y trasladados hasta el cuartel, donde se les comunicó que habían cometido un delito de ultraje a la bandera que está castigado en el Código Penal. Casi al mismo tiempo, se descubrió que los desperfectos no se limitaban sólo al Ajuntament de Lloseta. Un coche patrulla de la Policía Local apareció pintado con spray, con las letras «P.O.» y con el escudo del municipio tachado. Además, se localizaron distintos paneles indicadores igualmente pintados. En uno de ellos, escribieron «Fachas» sobre las palabras Policía Local, y también dibujaron la «A» anarquista dentro de un círculo.