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El pasado día 12 dos individuos fueron arrestados por un serie de robos en coches y locales, cometidos en la Colònia de Sant Jordi. Tras prestar declaración en un juzgado de Manacor quedaron en libertad con cargos, y pendientes de juicio.

Fue a partir de ese momento cuando uno de los dos acusados comenzó a recibir «mensajes» para que cambiara su versión ante el juez y se atribuyera la autoría de todos los delitos, para que de esta manera su compinche quedara en libertad, exento de cargos. La víctima, y al mismo tiempo imputado, hizo oídos sordos a las advertencias, quizás porque era consciente de que podía pasar varios años en prisión si reconocía todos los robos. Recientemente el «matón» cambió de proceder y le propinó una paliza. Sin embargo, en aquella ocasión el coaccionado no presentó denuncia.

El pasado martes el hombre acosado acudió a su trabajo, en la localidad de Campos, y por la tarde se encontró con que el delincuente lo estaba esperando, con una barra de hierro en una mano. Antes de que pudiera defenderse recibió varios golpes en las piernas, que le causaron lesiones, pero la intervención de sus compañeros le evitó un trago peor. Mientras el varón era atendido, el «matón» se dirigió a su furgoneta Mercedes y le destrozó todas las lunas y le abolló la carrocería. En esa ocasión, hubo testigos de lo ocurrido y los agentes del cuartel de Santanyí tuvieron conocimiento de la paliza, por lo que procedieron a la detención del sospechoso, un joven de 30 años, muy corpulento y que cuenta con antecedentes y ha estado en prisión.

Según informaron en fuentes del juzgado de Manacor, que instruye las diligencias por un delito de coacciones y amenazas de muerte, ayer estaba previsto que la víctima se reuniera con su abogado y el «matón», que conocía esa circunstancia, lo amedrentó para que cambiara definitivamente su versión. Los investigadores están tratando de aclarar quién contrató los servicios del extorsionador o si éste actuó porque era amigo personal del otro implicado en los robos.