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JAVIER JIMÉNEZ-MARI VÀZQUEZ
Un rayo provocó ayer al mediodía un incendio forestal en una zona de muy difícil acceso de Sóller.

A las 11.20 horas una tenue lluvia, acompañada de aparato eléctrico, descargaba sobre Sóller y el Port y poco después un rayo de gran potencia cayó sobre una cima, que quedó envuelta en llamas. Dos helicópteros, un avión, dos parques de bomberos (los de Sóller y Calvià) y 20 agentes forestales del Ibanat acudieron hasta las inmediaciones de aquella montaña, conscientes de que la rápida cobertura aérea iba a ser fundamental para atajar el fuego. De hecho, los equipos terrestres tuvieron muchas dificultades para llegar al foco principal, pero en cambio los helicópteros y el avión, con descargas de agua continuas, consiguieron controlar el siniestro.

Muchos turistas y curiosos siguieron desde la carretera el espectacular despliegue y sobre las 15.00 horas se retiró el último equipo que continuaba trabajando en la zona, aunque permaneció en la montaña un retén de guardia por si los rescoldos se reavivaban. El perímetro calcinado ha sido calculado por los bomberos del parque de Sóller en unos 300 metros cuadrados. Afortunadamente, se trata de una extensión pequeña, pero si el despliegue aéreo no se hubiese movilizado con tanta celeridad es casi seguro que la extensión se habría multiplicado, ya que las brigadas terrestres apenas podían trabajar por lo escarpado del terreno.