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Una quema programada para ayer por la mañana se descontroló y provocó un incendio forestal en una finca de Valldemossa, que tardó varias horas en ser sofocado.

La posesión de Son Verí es propiedad de unos suizos, y el centro de emergencias del 112 había sido informado de las intenciones de los dueños, que querían eliminar maleza y ramas. El día amaneció caluroso y las hierbas estaban muy secas, lo que propició que el fuego se propagara en cuestión de minutos. A las 11.15 horas, aproximadamente, se dio la voz de alarma y al tratarse de un paraje de montaña, de difícil acceso, se montó un gran operativo por tierra y aire.

El objetivo era que las llamas no se extendieran a otros campos de olivo y la Policía Local de Valldemossa contó con la ayuda de los Bomberos de Palma y los de Mallorca, efectivos del Ibanat y dos helicópteros, que cargaron el agua en una piscina de Son Morro. Joan Muntaner, el alcalde de Valldemossa, presenció las tareas de extinción y camiones cubas de Emaya suministraron el agua para las dotaciones de bomberos. A las tres de la tarde la situación ya estaba controlada por completo, pero permaneció en la montaña un retén de guardia.