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Un juzgado de Palma acogió ayer el juicio contra L.E.A.C., un doctor acusado de desfigurar los pechos a una mujer en el transcurso de una operación que tuvo lugar en mayo de 1997. El médico, para quien el fiscal pide dos años de prisión y cuatro de inhabilitación, aseguró que la operación fue correcta. «Yo no le dejé esas cicatrices (...) ella pudo hacerse una nueva operación en otra clínica durante este tiempo», afirmó. En abril de 1997 la víctima acudió a la consulta del acusado y decidió someterse a una mamoplastia de reducción para igualar sus pechos, de tamaños distintos. La mujer fue operada y recibió el alta médica dos días después, visitando al médico hasta en nueve ocasiones en los siguientes 42 días, aunque según él en ninguna visita se quejó del resultado.

El doctor, que vio ayer las fotos de la operación, indicó que las cicatrices «no son las que deberían haber quedado» y que pudieron formarse a partir del día 45 de la operación, esto es, tres días más tarde del último reconocimiento. También indicó que podrían deberse a imprudencias de la víctima, como tomar el sol o ponerse el sujetador sobre la zona operada. La mujer tiene una cicatriz de 19 centímetros en la mama derecha y otra de 17 centímetros en la izquierda. Además, las areolas mamarias y los pezones presentan decaimientos, deformidades y varias desproporciones.

Tras la operación, la mujer padeció un fuerte trastorno depresivo que requirió tratamiento farmacológico y psicológico, y que conllevó la destrucción de la relación que mantenía con su pareja estable, así como la imposibilidad de establecer otra relación, e incluso de tener hijos.

La acusación particular ya consiguió un acuerdo en la cuantía de la indemnización, aunque la mujer, que debía declarar ayer, no se presentó. El acusado aseguró que tiene más de 30 años de experiencia profesional y que aprendió cirugía estética en Brasil de manos del doctor Ivo Pitanguy, una de las máximas eminencias mundiales en este campo y una celebridad en su país.