Ramon Socias y el coronel Cristófol Santandreu, tras los discursos que leyeron en el patio de la Comandancia. Foto: ALEJANDRO SEPÚLVEDA

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Con el esplendor de cada año la Comandancia de la Guardia Civil de Palma, en la calle Manuel Azaña, vivió ayer su «día grande», el de la festividad de la Virgen del Pilar. Las principales autoridades de la Isla acudieron a los actos, que finalizaron con un desfile a pie de calle que fue seguido por cientos de personas.

A las doce del mediodía se ofició la tradicional misa en el patio de la Comandancia, que precisamente este año cumple 20 años. A continuación, fue el coronel Cristófol Santandreu, jefe de la Guardia Civil en Balears, quién leyó su discurso. En la fila de autoridades se encontraban, entre otros, la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, el conseller de Interior, José María Rodríguez y el fiscal jefe de Balears, Tomeu Barceló. Santandreu opinó que «es importante que los agentes destinados en Balears procedentes de otras comunidades se integren en la sociedad que los recibe, pero no lo es menos que puedan hacerlo en unas condiciones dignas».

El máximo responsable de la Benemérita se refería, explícitamente, a la falta de medios y a los acuartelamientos obsoletos. Acto seguido, insistió en esta idea: «son mejorables las infraestructuras de los acuartelamientos. El proceso de construcción de nuevas dependencias es lento y el mantenimiento de las existentes, insuficientes». Sin embargo, no todo fueron quejas. Enumeró las mejoras que ha logrado el Cuerpo, como la optimización de las dependencias en Alcúdia, Son Sant Joan y los puertos, así como la reforma total del cuartel de Cabrera, gracias a la inversión del Ministerio de Medio Ambiente.

Asimismo, el coronel abordó el tema de las estadísticas sobre la delincuencia y explicó que durante este año han descendido las infracciones penales en Balears en un 10% con respecto al año anterior. «Estamos en el buen camino, pero el trabajo no ha finalizado», sentenció. Por último, Santandreu agradeció el «trato exquisito» dispensado a la Guardia Civil por Catalina Cirer y Miquel Ramis cuando fueron delegados del Gobierno, lo que justifica que ayer fueran condecorados.