A las 4.45 horas saltó la alarma en el local «Barok», pero
cuando la Guardia Civil llegó ya no había ni rastro de los
ladrones. Y mucho menos de las piezas de oro que se encontraban en
la vitrina del fondo del establecimiento. La Policía Local, por su
parte, no pudo montar controles porque fue avisada muy tarde. Los
asaltantes sabían perfectamente lo que querían y llevaron a cabo el
'palo' con profesionalidad.
De hecho, la barrera metálica tenía que ser levantada por los
dos lados al mismo tiempo, para que quedara bloqueada, y los
hampones pudieron alzarla con relativa facilidad. En pocos minutos
registraron los tres mostradores y desecharon las joyas que no eran
de calidad. Sobre la autoría del robo, podría tratarse de una banda
de rumanos, ya que el pasado sábado dos individuos de esa
nacionalidad visitaron la joyería y adoptaron un comportamiento
extraño, que llamó la atención del dueño del negocio.
Según esta hipótesis, los ciudadanos del Este estaban preparando
el terreno, para conocer las medidas de seguridad con las que
contaba la joyería y también para ubicar las joyas más caras. De
hecho, el 'golpe' debía ejecutarse antes de que llegaran las
patrullas y con el tiempo suficiente para que los ladrones pudieran
escapar. Los agentes avisaron al propietario de «Barok» del asalto,
y el hombre esperó hasta que a las ocho de la mañana los efectivos
de la Policía Judicial efectuaron la inspección ocular, en busca de
huellas u otros indicios.
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