Media Mallorca padeció ayer las consecuencias de las intensas
rachas de viento, que en algunas zonas alcanzaron los 120
kilómetros por hora.
En la capital los bomberos no tuvieron un minuto de respiro. En
la calle Capitán Vila se desprendió un trozo de fachada de un
edificio; en Rector Vives cayó un árbol, al igual que en Fábrica;
en Francesc Sancho una vidriera reventó; en Jaume III retiraron dos
ventanas a punto de caer y en la urbanización de Son Xigala la
verja de una planta baja se desplomó. En Alcúdia el temporal tumbó
dos pinos de la Victòria y una palmera del Passeig Marítim, que
fueron retirados por Protección Civil. En Calvià, Can Picafort,
Manacor, Felanitx y Vilafranca también cayeron árboles, además de
tejas, macetas de casas, ventanas y vallas publicitarias. En
Llucmajor al menos dos pinos se precipitaron sobre la calzada, y
tuvieron que ser troceados con sierras eléctricas para que el
tráfico se normalizara. En la carretera de Andratx a Pollença, a la
altura del kilómetro 45, ocurrió lo mismo y en la vía de
Estellencs, a las cinco de la tarde, una fuerte racha tiró media
docena de árboles, lo que provocó que Policía Local, Guardia Civil,
bomberos y Protección Civil se desplazaran hasta ese tramo.
En el mar la situación también fue complicada. Un buque mercante
de 64 metros de eslora quedó a la deriva a unas 25 millas al
noreste de la isla de la Dragonera, después de una avería en la
sala de máquinas. El temporal, con olas de hasta siete metros, hizo
imposible que la tripulación del barco reparara la deficiencia.
Salvamento Marítimo envió hasta esas coordenadas a dos
remolcadores, el Remolcosa 80 y la Antártida, este último con base
en la Península. «El problema es que con el temporal que hay
tardarán unas nueve horas en auxiliar al buque», explicó Miguel
chicón, responsable de Salvamento Marítimo en Balears. La
embarcación del «Dan Provider» no transportaba carga peligrosa y
sus cuatro tripulantes se encontraban en perfecto estado, aunque
algo inquietos porque se hallaban a la deriva, a merced de las olas
y las corrientes. El mal tiempo también obligó ayer a la suspensión
de las conexiones marítimas en los puertos de Maó y Ciutadella, en
Menorca, y originó numerosos retrasos en el transporte por mar en
Mallorca y en las Pitiusas. La compañía Trasmediterránea suspendió
la salida de Palma con destino a Barcelona del buque «Fortuny»
hasta que mejore el estado de la mar. El «Soroya», también de la
Tras, salió del puerto de la capital balear con destino a Valencia
con la ayuda de remolcadores.
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