La Guardia Civil está investigando la aparición de un dispositivo
incendiario en un hotel cerrado de Cala Bona. El fuego no llegó a
propagarse, pero parece más que evidente que los últimos cinco
siniestros en apartamentos y hoteles de Son Servera están
relacionados con este último incidente.
El descubrimiento se llevó a cabo el pasado miércoles, cuando
aparecieron varias cajas con cerillas dispuestas para crear
distintos focos en la recepción de un hotel cerrado de Cala Bona.
Los desconocidos, que podrían ser jóvenes de la zona, entraron en
el edificio por una ventana que encontraron abierta. Sin embargo,
no quisieron o no pudieron acabar lo que tenían planeado. Los
investigadores no descartan que los pirómanos se sintieran
descubiertos por la presencia de alguna patrulla de la Guardia
Civil que patrullara por las inmediaciones, ya que en las últimas
semanas se ha reforzado la vigilancia nocturna. En este sentido,
tampoco se puede descartar que los delincuentes cambiaran de
opinión por otro motivo.
Lo que ya está claro, tal y como adelantó Ultima Hora, es que
una banda está provocando incendios desde hace casi dos meses, en
Cala Millor y Cala Bona. Los hoteles afectados han sido «Sol Park»,
«Vistamer» e «Isabel», así como un chiringuito y un bloque de
apartamentos. La Policía Judicial de la Guardia Civil está volcada
en el caso, ya que la cadena de incendios ha creado cierta psicosis
en la zona, y la resolución del misterio se ha convertido en una
prioridad para los funcionarios policiales. El año pasado ya se
produjeron incendios similares y al final se descubrió que se
trataba de una banda de jóvenes sudamericanos que estaban detrás de
aquellos actos de gamberrismo. De momento, no se han producido
detenciones, pero pueden estar próximas.
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