Un agente de la Policía Local de Palma tuvo que ser atendido por
los servicios sanitarios ayer al mediodía después de que cuatro
menores le propinaran una paliza con el casco de una moto. El
funcionario les recriminó que fumaran 'porros' delante de un
instituto de la calle Salvador Dalí y uno de los adolescentes, de
13 años, reaccionó de forma violenta y le golpeó en la cabeza,
apoyado por su hermano y dos amigos.
A eso de las 11.30 horas un agente del 092 que patrullaba por la
calle Joan Gris fue requerido por un funcionario del ayuntamiento,
que le contó que había un grupo de chicos que estaba fumando
'porros' a la entrada del instituto Emili Darder. El policía se
dirigió a ellos y les informó que no podían tomar sustancias
prohibidas en la calle, y menos a las puertas de un instituto,
donde entran y salen jóvenes de forma continua. Uno de ellos se
escondió algo en un paquete de cigarrillos y el policía le indicó
que tenía que someterlo a un cacheo. El muchacho accedió y relató
que no cursaba estudios en ninguno de los centros docentes de la
calle Salvador Dalí. Tampoco portaba documentación personal, por lo
que el agente pidió la comparecencia de una patrulla del 092 para
que lo trasladara al cuartel de San Fernando, donde iba a ser
identificado.
Fue en ese momento cuando el menor tomó su casco y se dio a al
fuga, corriendo. El policía le interceptó a los pocos metros y
entonces entró en acción el hermano, de trece años, que se abalanzó
sobre el funcionario y lo tiró al suelo. Luego le propinó un golpe
en la cabeza con el casco, que impactó en la ceja izquierda del
municipal, que comenzó a sangrar de forma abundante. Los otros dos
jóvenes rodearon al policía, lo empujaron y lo insultaron, al
tiempo que le advertían: «Si no lo dejas, te vamos a matar». Otras
unidades del 092, y también el Cuerpo Nacional de Policía,
acudieron en ayuda del agente en apuros. El uniformado, mientras
tanto, seguía intentado reducir al joven que intentaba huir, pero
otra vez se interpuso el hermano, que trató de golpearle de nuevo
con el casco.
El policía puso la mano a modo de defensa y sufrió una fuerte
contusión en uno de los dedos. Su 'walkie-talkie' cayó por los
suelos y se fracturó. Los sanitarios de una ambulancia que
circulaba por aquella calle acudieron en auxilio del policía y
entre todos pudieron reducir al agresor. Los otros tres implicados
huyeron en ciclomotores y dos de ellos, uno de 16 y otro de 17
años, fueron interceptados minutos después. Uno de ellos se
autolesionó al darse cabezazos contra el furgón policial.
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