Impresionante imagen del edificio Windsor, destruido por un incendio. Foto: VÍCTOR LERENA / EFE

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OTR PRESS/EFE-MADRID
Un espectacular incendio que comenzó pasadas las 23.00 horas del sábado, el más grande que ha sufrido Madrid en su historia, ha arrasado el edificio Windsor, de 106 metros de altura y 28 plantas y ubicado en el complejo Azca de Madrid, el centro de negocios de la capital. Tal y como ya informó en su edición de ayer Ultima Hora, por el momento se desconocen las causas que provocaron el fuego, aunque todo apunta a un cortocircuito producido en la planta 21 como el origen de la catástrofe. Tampoco se descarta que debido a los daños producidos se pueda derrumbar la torre, la octava más alta de Madrid.

A las 23.20 horas del sábado la central de bomberos de Madrid recibió la llamada de un empleado de seguridad que se encontraba en la planta 25 del edificio alertando de un incendio que se originó cuatro pisos más abajo. La torre Windsor, que llevaba más de un año en proceso de remodelación, esta compuesta de oficinas, en su gran mayoría alquiladas por la auditora Deloitte & Touche, cuyos portavoces informaron ayer de que no interrumpirá su actividad y que hoy lunes la mayor parte de su millar de trabajadores continuará realizando sus tareas habituales con los clientes, aunque todavía se desconoce su nueva ubicación.

A partir de la medianoche, la mitad superior del edificio comenzó a arder con virulencia y se llegaron a producir derrumbes parciales de la fachada. Ante la imposibilidad de sofocar el incendio por parte de los bomberos, el fuego fue avanzando poco a poco hacia la parte inferior de la torre durante toda la noche y reduciendo el inmueble a un esqueleto de hormigón.

Un centenar de bomberos del Ayuntamiento de Madrid trataron de sofocar el incendio desde el primer momento pero, ante la magnitud del mismo y lo elevado del foco inicial, se decidió humedecer los edificios colindantes, entre los que se encontraban El Corte Inglés, y las torres del BBVA y de la empresa de seguros Estrella, con el fin de que el fuego no se propagara a las mismas.

Ya de día, apenas se observaban llamas en el interior del edificio, aunque la humareda continuaba siendo muy intensa. El fuego ya había descendido hasta las plantas inferiores del inmueble y había destruido la totalidad del mismo. A pesar de la magnitud de la catástrofe, no se ha registrado ninguna víctima mortal y tan sólo tres bomberos tuvieron que ser hospitalizados por inhalación de humos. Uno de ellos continuaba ingresado ayer.