Rader, un antiguo supervisor municipal de Park City (Kansas),
fue detenido en la noche del pasado viernes en su casa en los
suburbios de esa ciudad, donde vivía junto a su esposa y
aparentemente con dos hijos mayores de edad. Sus vecinos se
llevaron la gran sorpresa el sábado al conocer por la televisión
que en el barrio supuestamente ha permanecido desde la década de
1970 un presunto asesino, cuya detención fue anunciada por la
policía de Wichita (Kansas) como un gran triunfo tras 31 años de
búsqueda.
El jefe de policía de Wichita, Norman Williams, y la Oficina
Federal de Investigaciones (FBI), además del fiscal general de
Kansas, Phill Kline, confían en que haya quedado resuelto el
misterio de la cadena de asesinatos que empezó en esa ciudad en
enero de 1974 con el estrangulamiento de un hombre, una mujer y sus
dos hijos en el interior de su vivienda. A esos homicidios
siguieron el acuchillamiento de una mujer en abril de ese mismo año
y la muerte por estrangulamiento de otras dos mujeres jóvenes en
1977, según el diario «Wichita Eagle». «BTK» tomó este apodo de las
iniciales de las palabras en inglés «bind» (vendar), «torture»
(torturar) y «kill» (matar), que era lo que hacía con sus
víctimas.
Las autoridades volvieron a tener noticias del asesino en serie
nueve años después de los dos homicidios de 1977, cuando en 1986
fue asesinada otra mujer joven. Los fiscales también tratan de
establecer vínculos de «BTK» con la muerte de otras dos mujeres
mayores de edad que fueron secuestradas de sus casas y
estranguladas en 1985, y una más en 1991. «BTK» envió varias cartas
a los medios de comunicación y a la policía en la década de 1970
sobre los crímenes y no se volvió a saber de él hasta el pasado
marzo, cuando restableció el contacto con una nueva misiva
referente a uno de los asesinatos, cometido en 1986.
Desde entonces, el asesino envió al menos ocho cartas a la
prensa o a la policía, así como tres paquetes con joyas que se
creen pertenecieron a sus víctimas.
Una de las misivas contenía el permiso de conducir de una de las
víctimas, Nancy Fox.
Esas cartas y otras pruebas que no fueron divulgadas llevaron a
los agentes a intensificar la búsqueda y al arresto del sospechoso,
después de 31 años de investigación.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.