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MICHELS-JAVIER JIMÉNEZ
En mitad del dolor por la trágica muerte de Estefanía el pasado sábado en Palmanova, la abuela paterna, Caridad González Martínez, de 65 años de edad, quiere agradecer públicamente a través de estas páginas «todo el apoyo y cariño que hemos recibido tanto de gente de Calvià como de es Capdellà, así como a todas las personas que el pasado sábado colaboraron en la extinción de las llamas y en las diligencias del caso». Caridad, visiblemente emocionada, habla de su nieta «como un ángel, un ángel que ya está en el cielo.

Mi pequeña, Estefanía, se quedó sin poder darme el regalo de mi cumpleaños, que fue el domingo. Pasaba mucho tiempo con nosotros, sus abuelos, en el horno que tenemos en Capdellà. Por eso era conocida prácticamente por todo el pueblo, y por eso me gustaría, de acuerdo con su padre, que publicarais su foto, porque quiero que todos la recuerden con la sonrisa que siempre tenía en su rostro, una sonrisa de ángel. Es una foto que le hicimos en Navidad, con un osito de peluche que le regalé».

La mujer añade que ella y su esposo llevan doce años regentando el horno en es Capdellà «aunque el que trabaja la panadería es uno de nuestros hijos. José, el padre de Estefanía, trabaja en Palmanova». Tanto el padre como la madre están muy afectados por lo ocurrido. Ambos se desplazaron ayer a la Comandancia de la Guardia Civil para prestar declaración y colaborar en las diligencias que se efectúan en estos casos.

Caridad cuenta que tiene siete nietos y que Estefanía era la hermana menor de otros dos, niño y niña, de cinco y siete años de edad. «Estefanía tenía dos años y cumplía los tres el día de la Ascensión», añade. La mujer contó que hoy se llevará a cabo el entierro en el cementerio de la Vileta y que, a las ocho de la tarde, se celebrará el funeral en la iglesia de es Capdellà. Ayer se efectuó la autopsia y las causas de la muerte parecen una mezcla del fuego y la asfixia por el humo.