Aclarar si la muerte de la señora fue violenta será más
complicado. Gunter sostiene que padecía una grave enfermedad
(extremo que está confirmado por partes médicos) y que falleció
debido a esa enfermedad. La incógnita que no ha podido despejar es
por qué se tomó tantas molestias en quemar el cuerpo y esparcir las
partes en distintos contenedores.
Por otra parte, el caso de Renate ha sido una auténtica sorpresa
para los vecinos de Montuïri. Muchos de ellos se enteraron de lo
acaecido por la información publicada en este periódico.
Coincidieron en señalar que el detenido, Gunter M., era una persona
que no tenía demasiado trato con la vecindad, incluso algunos
hicieron referencia a su mal carácter y a sus problemas con la
bebida.
Toni y Carmen, propietarios del Bar Son Miró, muy cercano a la
casa donde Gunter M. quemó el cuerpo de su esposa, se sorprendieron
por la noticia: «No eran clientes habituales del bar pero en alguna
ocasión se dejaron ver, sobre todo ella que también bebía».«No
tenían demasiada relación con nadie y salían poco de su casa»
concluyeron.
Por su parte, Sebastián Grimalt, el vecino más cercano, tampoco
conocía la muerte de la esposa de Gunter M. «Era una señora que
estaba muy enferma, a veces se la oía gemir de dolor. Hacía tiempo
que no la veía, en cambio a él no hace mucho me lo encontré.
Tampoco teníamos demasiada relación ni problemas, solo algún que
otro mal entendido entre vecinos por problemas con los animales de
las dos fincas».
Gunter M. y su esposa tenían la casa arrendada desde hace ya más
de siete años y los vecinos comentaron que era muy habitual que
Gunter M. quemase toda la basura en el jardín, por lo que «era
imposible sospechar algo al ver humo salir de su casa». En Montuïri
la noticia corrió ayer como la pólvora en las tertulias de los
bares aunque pocos eran los que conocían de cerca a la pareja.
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