El cadáver fue hallado con síntomas de descomposición en junio de 2001 en la finca Bandris Vell, cerca de Manacor.

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PEP MATAS/E.L.V.
El sumario que investigaba la muerte de Andrés Moyá Bueno, un albañil de 35 años cuyo cadáver fue hallado en una finca de Manacor con síntomas de muerte violenta, ha quedado paralizado en los juzgados de la localidad. La investigación por la muerte de Moyá ha seguido un complicado recorrido en los últimos cuatro años, barajándose diversas hipótesis que iban desde la muerte por sobredosis hasta el ajuste de cuentas. El cadáver de Andrés Moyá se halló el 11 de junio de 2001 en una finca ubicada en el Camí de sa Rotana.

La autopsia realizada al cadáver reveló que Andrés Moyá fue asesinado. Según los forenses, a la víctima le inyectaron grandes cantidades de cocaína, lo que provocó su fallecimiento. El cadáver presentaba varias particularidades, entre ellas que llevaba una mordaza, tenía la cabeza tapada por la camiseta y a su alrededor se le había hecho un nudo con una cuerda. Además, en los genitales le colocaron un puñado de paja, recogida de unas balas que había en la zona agrícola. En uno de los bolsillos del pantalón se hallaba la carta, un diez de corazones, y en el otro un producto laxante.

Fue el encargado de la finca Bandris Vell quien, al advertir un intenso hedor, se acercó hasta el lugar y halló el cadáver de un hombre, boca abajo y con una camiseta rodeándole la cabeza. El Cuerpo Nacional de Policía se hizo cargo de las investigaciones y barajó la posibilidad de que se tratara de una muerte violenta. Además, en el interior de uno de sus bolsillos se descubrió una carta de póker, lo que daría fuerza a la hipótesis de un ajuste de cuentas debido a un asunto de drogas. De hecho se descubrió que apenas un par de días antes de fallecer, Andrés Moyá acababa de llegar de Colombia transportando droga en su organismo.

Otro detalle es que el cinturón estaba por fuera de las hebillas del pantalón, posible señal de que fue utilizado para transportar el cadáver. En el hospital de Manacor se efectuaron pruebas radiológicas y se descartaron lesiones internas o presencia de proyectiles. El nudo de la cuerda fue efectuado por una persona diestra y la cuerda fue recogida de una de las balas de paja. También se descubrió que los extremos de la misma no fueron cortados sino quemados y la mordaza no fue la causa de la muerte por asfixia, sino que ésta se debió a una sobredosis de cocaína en el organismo.