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Un día después de que un ciudadano alemán entrara en la Catedral de Palma y causara diversos daños materiales con un extintor, las causas de su acción siguen sin estar claras, ni tampoco desde dónde accedió a las zonas reservadas al público. Según ha podido saber este periódico, el alemán destrozó una vitrina que contenía dos valiosas piezas de la colección del museo. Se trata de dos rimmonim, unas piezas de plata de la tradición judía que datan del siglo XV, y que fueron traídas a Mallorca el año 1493 por mercaderes desde Sicilia. Los rimmonim son uno de los objetos más importantes del culto hebreo, ya que su función es proteger los rollos de la ley judía. A lo largo de su itinerario por la Seu, el alemán también provocó daños en los baños del claustro y en una enorme puerta de hierro.

Aún así, en su huida no intentó llevarse ningún objeto de valor. Al parecer, al romper la vitrina se activaron las alarmas del museo, por lo que la policía llegó en pocos minutos. El alemán protagonizó una espectacular fuga por los laberínticos pasillos y escaleras de la Catedral perseguido por numerosos agentes de la Policía Local de Palma y Cuerpo Nacional de Policía hasta que accedió a las terrazas, donde intentó refugiarse en una de las torres, donde pudo ser detenido.