Los hechos se produjeron el 9 de noviembre de 2002, alrededor de
las 23.00 horas, en la calle Joan Miró de Palma. Según la
sentencia, el condenado, cuya identidad es Evoloko Baongola, de 31
años de edad, natural de Kinshasa, encontró a la víctima y un amigo
en las afueras de un pub.
Tras saludarles, Evoloko se dirigió a la víctima, defendida por
el letrado Lorenzo Munar, y le reclamó 1.755 euros de una factura
de teléfono que, a su criterio, debía abonarle por llamadas
efectuadas desde el domicilio que ambos compartían, y durante el
periodo de ausencia de Evoloko, indica la sentencia.
La víctima le dijo que ya hablarían de este tema mañana y se
inició una discusión entre ambos. El condenado le propinó un
puñetazo en el ojo a la víctima, interponiéndose el amigo para que
no le pegara de nuevo, tras lo cual el acusado de marchó.
El agredido sufrió el estallido del globo ocular izquierdo. Esta
lesión precisó de tratamiento quirúrgico y tardó en curar 21 días.
Como secuelas, la víctima, también de nacionalidad congoleña,
padece pérdida total de la visión del ojo izquierdo y unas pequeñas
cicatrices.
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