Sebastián Pol, 'el sádico del ascensor', ha sido trasladado del
centro penitenciario de Palma en el que estaba ingresado a una
cárcel de la Península por razones de seguridad, según informó a
este periódico un alto mando de la Guardia Civil. El preso salió de
Palma el pasado martes custodiado por la Benemérita. Sebastián Pol
estaba en la cárcel de Palma dentro de un programa de protección.
El hombre fue juzgado hace dos semanas en la Audiencia Provincial
de Palma acusado de 15 delitos de agresiones sexuales, 14 de ellos
a menores de edad.
Precisamente a lo largo del juicio Pol ya comentó que sus
experiencias en la cárcel habían sido traumáticas, especialmente en
Herrera de la Mancha (Ciudad Real). En su declaración, Pol llegó a
asegurar entre sollozos que en ese centro penitenciario había sido
sometido a abusos por parte de otros internos, por lo que pidió al
tribunal no regresar a este mismo centro e ingresar en alguna
cárcel de Cataluña.
Su petición se debe a la existencia de un código interno entre
los presos, que suelen tener un trato muy despreciativo hacia los
delincuentes que cometen este tipo de delitos sexuales sobre
jóvenes y adolescentes.
La solicitud de Pol de no ingresar de nuevo en Herrera también
la realizó a través de una carta que publicó este diario en
recientes fechas, y en la cual explicaba diversos episodios de su
vida desde su infancia hasta la actualidad. En el epílogo de la
carta, Pol pedía no regresar a esa cárcel. A esta petición se unió
su abogado, quien llegó a decir al final del juicio que si Pol
regresaba a Herrera de la Mancha «sería hombre muerto».
El juicio contra Sebastián Pol despertó la atención de numerosos
medios de comunicación puesto que el acusado solicitó someterse a
la castración química para no reincidir, siendo el segundo caso en
España en que se planteaba esta posibilidad después de Ismael
Vázquez, conocido como 'el asesino de Daimiel'.
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