A las dos de la madrugada el empresario de un restaurante de
Palma se introdujo en el aparcamiento de su finca, en la calle Joan
Maragall. Había cerrado el negocio y llevaba encima 2.800 euros.
Dos hombres habían estado controlando sus movimientos y antes de
que pudiera reaccionar uno de ellos le encañonó con una pistola en
el cuello, cuando todavía se encontraba en el asiento del conductor
de su furgoneta Mercedes. El otro abrió la puerta del acompañante y
entre los dos lo sacaron del vehículo. Acto seguido le espetaron
que sabían quién era y que iban a matarle si no les entregaba el
dinero que llevaba.
El industrial fue arrojado al suelo con violencia y luego,
temiendo por su integridad, entregó aquella suma de dinero. Los dos
hampones escaparon en dirección al polígono de Levante, donde
presumiblemente les estaba esperando un tercer implicado a bordo de
un turismo. En su declaración la víctima contó que «por la textura»
pensaba que la pistola que habían blandido era de plástico, es
decir, simulada, y facilitó la descripción física de los
sospechosos.
La Unidad Nocturna de la Policía Local inició la investigación y
horas después, a las 4.35 horas, tuvo conocimiento de otro atraco,
esta vez en un hotel de Porto Pí. Dos varones y una mujer, con el
rostro cubierto por pasamontañas, encañonaron al conserje de noche
y esgrimieron también una navaja. No ha trascendido con cuanto
dinero consiguieron huir, pero todo parece indicar que se trata de
los mismos hampones que actuaron en Joan Maragall. El caso ha
pasado a manos del Cuerpo Nacional de Policía y de momento no se
han practicado detenciones.
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