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Siete hinchas de los equipos de fútbol del Alcúdia y el Algaida de regional preferente fueron juzgados hace pocos días en Palma por su participación en una multitudinaria pelea que se produjo durante un partido que enfrentaba a ambos clubs.

La trifulca tuvo lugar el 24 de febrero de 2002 en el campo municipal de Alcúdia. En un lance del partido, el árbitro señaló una falta muy «polémica» a favor de uno de los jugadores del equipo visitante. O al menos eso es lo que debió pensar parte del público, que se enzarzó en una oleada de patadas y puñetazos que dejaron una secuela de contusiones en las costillas, arañazos, roturas de labios, laceraciones en la cara y distensiones de ligamentos, entre otras. La gravedad de los hechos, que dejó a siete hinchas heridos, provocó que el caso pasara a los tribunales. En el banquillo debían sentarse siete aficionados, a los que el fiscal imputaba un delito consumado de lesiones y otras 11 faltas de lesiones. No obstante, antes de la celebración del juicio la mayoría de los aficionados declararon que no podían identificar a sus agresores, y el abogado llegó a un acuerdo con el fiscal para retirar los cargos contra ellos.

De este modo la acusación recayó únicamente sobre Daniel A.J., de 29 años de edad. En principio el fiscal solicitaba para él un año y nueve meses de cárcel además de 600 euros de multa. Entre las acusaciones más graves imputadas a este aficionado figuraba un fuerte golpe en la mejilla propinado a otro hincha, al que provocó una doble perforación de tímpano de la que la víctima tardó más de dos meses en reponerse. Finalmente, Daniel A.J. ha sido condenado por agredir a tres de los hinchas implicados. El juez le ha considerado culpable de una falta de lesiones por las que deberá pagar una multa de 4 euros diarios durante un mes.