La detonación en la calle Chile fue la más potente y las planchas del contenedor salieron despedidas a cinco metros. Foto: CURRO VIERA

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El Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Local de Palma están buscando intensamente a un individuo que en la madrugada de ayer utilizó artefactos explosivos para reventar cinco contenedores de papel de gran tamaño en calles de Ciutat.

A la una y media de la madrugada el desconocido empezó su peligroso juego en la calle Joan Ripoll i Trobat número 10, en la barriada de Son Dameto. Eligió un contenedor azul, destinado a papel y cartón, y arrojó en el interior un explosivo cuya composición se desconoce. La detonación fue tremenda, y alarmó a los vecinos. El cubo, de gran tamaño, reventó y cayó sobre otro. A continuación, el contenido quedó envuelto en llamas. Los bomberos sofocaron el fuego y removieron los papeles, para asegurarse de que el incendio estaba bien apagado.

El vándalo esperó después hasta las cuatro para volver a actuar. Y lo hizo en la calle Canonge Sebastià Gili, en sa Vileta. El resultado fue idéntico: una potente detonación y un contenedor azul reventado. De nuevo los bomberos del parque de sa Teulera se movilizaron y la Policía Local y el Cuerpo Nacional de Policía pusieron en marcha un dispositivo de vigilancia, ya que todo hacía pensar que el autor de las dos explosiones era la misma persona.

A las 5.30 horas la explosión sacudió un contenedor de la Avenida Picasso número 1, frente al colegio San Cayetano. Un cuarto de hora después, no muy lejos de allí, en la calle Illes Balears número 10, se registró el cuarto incidente consecutivo. Y a las 6.30 horas, con la policía llevando a cabo amplias batidas, el desconocido voló su último contenedor de esa noche. Fue la detonación más potente y las planchas del cubo ubicado en la calle Chile número 11, cerca de Son Dureta, salieron despedidas cinco metros.

Los daños materiales fueron cuantiosos, ya que los cinco contenedores quedaron inutilizados, y todo hace pensar que el responsable de los ataques se desplazaba en una moto. Las fuentes consultadas no pudieron aportar datos sobre la composición de los artefactos utilizados, pero coincidieron en que eran «de una potencia considerable».