Los fallecidos, que pertenecían a sendas empresas subcontratadas
por el astillero, son Eduardo González Val, Ana Paz Vilariño, Juan
Carlos del Real, de la firma «Mainfer», y el soldador José Luis
Veiga, de «Tecnimo».
El suceso, que ha conmocionado a la sociedad gallega, se
registró a primera hora de la mañana en un tanque de la fragata
«F-311 Roald Amundsen», que se está construyendo en el astillero de
Navantia Ferrol para la Armada noruega y que se iba a botar el
próximo 25 de mayo. El responsable de Comunicación de la empresa,
Miguel Angel Martínez, atribuyó la muerte de los cuatro
trabajadores a la falta de oxígeno en uno de los tanques, si bien
precisó que, tanto el juez como la empresa, han abierto una
investigación para aclarar lo sucedido.
Martínez negó que el accidente se hubiera producido como
consecuencia de una explosión o un escape de gas, como se dijo
inicialmente. El delegado del Gobierno en Galicia, Manuel
Ameijeras, que se desplazó al astillero nada más conocer la
noticia, señaló por su parte que los expertos apuntan, como causa
del accidente, la «inhalación de gases procedentes de la soldadura
o a la falta de oxigeno» en el tanque.
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