Gunter fue detenido en febrero y el juez ordenó su encarcelamiento. Luego quedó en libertad con cargos.

TW
0

A una pena de 24 meses de arrestos de fin de semana y multa durante medio año puede ser condenado, como máximo, el alemán que quemó el cadáver de su mujer en Montuïri y esparció los restos. El motivo: que la investigación no ha encontrado pruebas o indicios de que Renate, la víctima, fuera asesinada en su casa.

Gunter M., de 69 años, se encuentra en la actualidad en libertad provisional, pendiente de juicio. Cuando confesó la incineración casera fue detenido por la Guardia Civil y tras declarar en un juzgado de Manacor ingresó en prisión. Sin embargo, luego quedó libre con cargos y de momento las pesquisas que se han efectuado no han encontrado rastro de un posible crimen. Renate Möller, la víctima, tenía 68 años y llevaba diez en Mallorca. Ella y su esposo llegaron cuando se jubilaron en Francfurt y alquilaron una finca en Montuïri. Gunter tenía problemas con el alcohol y la salud de la mujer estaba muy deteriorada.

El pasado día 20 de febrero, según el relato del acusado, el hombre se despertó en su cuarto y descubrió que su mujer había muerto durante la noche. Decidió, entonces, sacar el cuerpo al jardín y quemarlo con grandes cantidades de gasolina. Los restos los troceó y los tiró a un contenedor de la carretera de Porreres.

Ese mismo día llamó a su hija Carmen a Alemania y le comunicó la noticia. Cuando la mujer llegó Gunter le ofreció versiones falsas sobre el paradero del cadáver. Dijo que Renate era donante de órganos y que la burocracia isleña había provocado tal confusión que ya no sabía dónde estaba el cuerpo. La hija receló y acudió a la Guardia Civil, que descubrió lo que había pasado. Gunter, sin embargo, les mintió en una primera versión, pero acabó confesando lo que había hecho en el jardín de Montuïri.

El artículo 526 del Código Penal explica que «el que, faltando al respeto debido a la memoria de los muertos, violare los sepulcros o sepulturas, profanare un cadáver o sus cenizas o, con ánimo de ultraje, destruyere, alterare o dañare las urnas funerarias, panteones, lápidas o nichos, será castigado con pena de arresto de doce a veinticuatro fines de semana y multa de tres a seis meses».