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Francisco Sanz, el hombre que el pasado 26 de abril atracó un banco de la calle Manacor de Palma en compañía de su hija de 14 años, ha sido condenado a cinco años de cárcel por un delito de abusos sexuales y dos delitos más de maltratos habituales, cometidos sobre dos de sus hijos. La vista oral, que se celebró ayer en el juzgado de instrucción número 1 de Manacor, acabó con un acuerdo entre su abogado, Ramón Caubet, y el fiscal. En los delitos también está implicada la mujer de Francisco Sanz, a quien se le acusaba de no denunciar los hechos pese a tener conocimiento de ellos. Su abogada, Margalida Capó, justificó la actitud de la mujer indicando que ella también fue agredida por el marido, por lo que el fiscal del caso ha admitido la atenuante de miedo insuperable.

Los abusos se cometían aprovechando las ausencias de la madre. El progenitor llevaba a su hijo varón a un despacho y «con el pretexto de dormir juntos la siesta y ánimo lúbrico», le tocaba sus partes genitales.

El condenado saltó a las primeras páginas de los periódicos después de atracar en compañía de su hija una sucursal del Banco de Crédito Balear de Palma ubicada junto al cuartel de la Guardia Civil, armado con una pistola de fogueo y un cuchillo de grandes dimensiones. Ambos lograron llevarse 12.000 euros, aunque un guardia civil de paisano que se encontraba en la sucursal les siguió y alertó a la Guardia Civil, que inició un gran despliegue que concluyó con la detención de padre e hija.