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No están afiliadas a la Seguridad Social, ni son autónomas, van 'a su puta bola' pero para delinquir están perfectamente organizadas. A primera vista parecen de condición humilde, tirando a pobre, pero en realidad todas tienen por lo menos una casa en propiedad y otros bienes, según los años de 'oficio'. Se las conoce como 'claveleras' y en los últimos años han introducido importantes novedades, tanto en el campo de actuación como en las zonas concretas de Palma donde acuden para hurtar a los turistas con el 'gancho' de colocarles un clavel. La Policía Local lleva años haciendo un estricto seguimiento del 'gremio'. Hace una década eran 61 las que tenían un completo fichero. Ahora la cifra se mantiene, más o menos, pero muchas de las 'históricas' se han retirado y sus puestos los han ocupado hijas, sobrinas y demás familiares. La temporada de trabajo en Palma comienza a mediados de junio y llega hasta finales de septiembre o mediados de octubre.

En temporada alta una 'clavelera' se calcula que llega a ganar entre cuatro y cinco mil euros al mes (entre 800.000 y 900.000 pesetas), siempre que se trate de la jefa del grupo o 'colla'. Una novedad importante es que desde hace unos cinco años, media docena de las 'claveleras' con residencia en Ciutat se desplazan a Canarias los meses considerados 'flojos' en Palma. En concreto, algunas se van para 'cubrir' los carnavales y otras en Semana Santa. Las distintas policías locales de Canarias ya las tienen detectadas y existe una comunicación entre estos agentes y los de Palma.