La zona de pinar y encinar arrasada por el fuego se encuentra junto al campo de golf de Canyamel.

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El incendio forestal que se declaró el pasado viernes a las 13.25 horas entre sa Font de sa Cala y Canyamel, en el término municipal de Capdepera, se dio por controlado ayer a las 19.00 horas, según informaron fuentes del Institut Balear de la Natura (Ibanat). La superficie arrasada por las llamas es de 64,6 hectáreas de pinar, encinar y carrizo. Un retén de personal del Ibanat estuvo durante toda la noche en la zona afectada refrescando el terreno y en alerta ante un posible rebrote de las llamas.

Se trata del primer gran incendio forestal del año. Inicialmente se había estimado en más de 75 el número de hectáreas devastadas por el fuego, pero finalmente, después de realizar la medición mediante GPS, se ha concretado en 64,6 el número de hectáreas afectadas. Una vez que quede totalmente extinguido el incendio, se iniciará una investigación para aclarar las causas del mismo, indicaron desde el Ibanat.

Nada más declararse el siniestro, un centenar de miembros de los distintos servicios contra incendios se desplazaron al lugar para participar en las labores de extinción, tanto por tierra como por aire. También acudió hasta Capdepera el conseller de Medi Ambient del Govern balear, Jaume Font, para comprobar en persona el alcance de las llamas y las labores que se llevaban a cabo.

El fuego seguía a media tarde del viernes sin poder ser controlado y consumía metros de pinar y monte bajo. La noche fue larga para los miembros del retén de guardia que permaneció en sa Font de sa Cala y el sábado por la mañana volvió a ponerse en marcha el gran dispositivo. Al mediodía, cuando parecía que la situación estaba controlada, el viento jugó una mala pasada, sopló en dirección contraria y descontroló de nuevo la situación.

La preocupación se acentuó cuando el fuego se dirigió de nuevo a una zona de chalets habitados. Tres helicópteros y dos aviones Air Tractor sobrevolaron la zona descargando agua de forma continuada hasta que pasó el riesgo. Los medios aéreos trabajaron hasta que hubo visibilidad. Por tierra, las brigadas forestales seguían trabajando para combatir las llamas.

A última hora de la tarde, aunque el incendio seguía sin estar controlado, las expectativas eran muy positivas. Así, pasadas las 22.00 horas, los Bombers del Consell de Mallorca que se habían desplazado a la zona se retiraron y regresaron a sus respectivos parques.