Todo quedó en un susto y en lo que cueste la reparación. Manuel
Bernad pilotaba ayer una avioneta y le acompañaba Adán Carlos.
Cuando los dos jóvenes, de 30 y 32 años, respectivamente, volaban
entre Inca y Sencelles, sobre las 18.45 horas, notaron que el motor
fallaba y decidieron realizar un aterrizaje de emergencia, en unos
terrenos junto a la finca de Son Campaner, a poca distancia de
Sencelles. Al tocar tierra no tuvieron suficiente tiempo para
detener la avioneta, de dos plazas, y un ala del aparato impactó
contra un árbol y se partió.
El cinturón de seguridad salvó a Manuel, residente en Marratxí,
y a Adán, de Inca, de sufrir lesiones graves. Tras el impacto
pudieron salir por su propio pie de la avioneta y no precisaron
asistencia sanitaria ya que sólo sufrieron rasguños.
En poco tiempo se personaron en el lugar efectivos de la Policía
Local de Sencelles, de los Bombers del Consell de Mallorca del
parque de Inca y de la Guardia Civil. Los jóvenes explicaron que
habían salido de la pista que está junto a Binissalem y al tener
problemas tuvieron que aterrizar en la zona. La voz se fue
corriendo poco a poco entre los vecinos de Sencelles y algunos de
ellos se acercaron hasta Son Campaner a ver lo que había pasado.
Los bomberos desconectaron la batería y retiraron el combustible de
la avioneta para evitar que se produjese un incendio. Más tarde,
personal de Aviación Civil se desplazó al lugar para elaborar el
informe del suceso.
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