Las fracturas pudieron producirse tras la muerte, y en cuanto al
agujero lo más probable es que se produjera por la piqueta de los
obreros al remover la zona. Las causas del fallecimiento no están
claras, puesto que todavía se está a la espera de los resultados de
análisis de restos que se enviaron a un laboratorio del CNP en
Madrid. En cualquier caso, a simple vista el cadáver no presentaba
síntomas de un asesinato o de haber sido víctima de una violencia
extrema. La mujer fue enterrada en los bajos de lo que había sido
el Hotel Augusta entre cinco y diez años atras, y los expertos se
decantan más hacia los diez que hacia los cinco.
Otro dato de importancia es, como se informó en estas páginas,
que junto al cadáver había un vestido y unas medias. El vestido es
de un tejido que suele utilizarse de entretiempo, y las medias de
un diseño característico. A partir de estos datos la policía ha
canalizado las investigaciones hacia denuncias de personas
desaparecidas de la edad citada.
En principio no hay pistas concretas y la única denuncia de
desaparición en diez años de margen en Mallorca, que no está
todavía aclarada, es la de una mujer cuyo caso se conoció en junio
de 1998, y del que se supo después que pudo haber 'desaparecido' a
finales de 1996. La citada mujer residía en Cala Major, donde
regentaba un negocio. En cualquier caso esa una mera hipótesis
todavía sin ningún tipo de fundamento. El cadáver hallado en la
calle Corb Marí de La Bonanova fue enterrado a diez centímetros de
la superficie, y después quedó cubierto por escombros de una obra
del piso superior.
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