Las autoridades venezolanas continuaron ayer buscando restos
humanos entre los escombros del MD-80 colombiano que se desintegró
el martes con 160 ocupantes tras caer en una remota zona de la
región noroccidental de Venezuela. El impacto fue de tal calibre
que existen dudas de que puedan recomponerse en su totalidad los
cuerpos de los 152 turistas franceses y ocho tripulantes
colombianos que viajaban en el avión de la West Caribbean Airways
(WCA).
La Dirección Nacional de Protección Civil advirtió que las
labores de recolección de restos pueden prolongarse por dos o tres
días. Mientras, los técnicos recuperan datos de la «caja negra» del
avión siniestrado para conocer las causas por las que se precipitó
a tierra después de haber despegado normalmente de Panamá y llevar
dos horas de vuelo.
De acuerdo a la versión divulgada hasta ahora, el accidente se
debió a que fallaron los dos motores en un breve espacio de tiempo.
Se calcula que el informe sobre los datos de la «caja negra» estará
listo en unas tres semanas y no está claro si será aceptada la
participación de técnicos de la empresa fabricante
estadounidense.
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