La policía imputa numerosos robos a dos niños de 7 y 10 años en Porto Cristo

De un tiempo a esta parte los agentes habían detectado un incremento de la inseguridad en la playa de Porto Cristo. Bañistas y usuarios presentaban denuncias con demasiada frecuencia por sustracción de bolsos y de carteras y los funcionarios decidieron establecer un discreto dispositivo de vigilancia en la zona, para cazar in fraganti a los ladrones. Los días fueron pasando y se presentaron nuevas denuncias, a pesar de que nadie podía aportar ningún dato de los sospechosos. Parecían invisibles. Al fin, los agentes de la UTC cayeron en la cuenta de que dos niños de 7 y 10 años, que casualmente siempre estaban en la playa cuando ocurrían los robos, eran los presuntos delincuentes. Los menores fueron trasladados al cuartel y confesaron que habían estado sustrayendo bolsos al descuido, como una diversión más del verano. Lo hacían con tal naturalidad que nadie reparaba en ellos y acto seguido enterraban el botín en la arena, mientras pasaba el «temporal». La víctima, cuando descubría el robo, buscaba nerviosamente por toda la playa y los dos zagales seguían con sus juegos, como si tal cosa. Cuando había pasado el peligro desenterraban el bolso y se quedaban con el dinero. En una de las ocasiones compraron un traje de neopreno con los ingresos extras qie habían obtenido en Porto Cristo y en otras adquirieron ropa y otros enseres. La Fiscalía de Menores ha sido puesto al corriente de la detención de los dos niños, que lógicamente fueron puestos en libertad por razones de su edad. Las familias también fueron informadas del peculiar verano de los dos chavales.