Cuenta Rabasco que «estando en la zona de aguas de s'Aigua Blava
vi que Eduardo Inda se quitaba un albornoz y bajaba por la escalera
que conduce a dicha zona, y sin ducharse previamente, se sumergió
en ella, avanzando unos tres metros hacia donde me encontraba, y
con tono de voz amenazante me dijo: «Te va a salir el tiro por la
culata, txakurra de mierda». Sin más, dio media vuelta, salió de la
piscina y abandonó el lugar»
Joaquín Rabasco considera que «es lamentable que una persona que
ostenta el cargo de director de un medio de comunicación, como el
señor Inda, recurra a las provocaciones personales con la
intención, tal vez, de que alguien, en este caso yo, pierda los
estribos y le sacuda un par de tortazos, y así tener un motivo para
denunciarlo por agresión ante el juez. El señor Inda, que desde
hace meses no hace más que escribir en el panfleto que dirige
calumnias, mentiras e injurias contra mí y mi familia, únicamente
ha conseguido que le conteste ante los tribunales de Justicia. Por
tanto, si viene ahora provocando, llamándome perro, pues en euskera
txakurra significa perro, tampoco va a conseguir otra cosa que no
sea una denuncia por mi parte, ya bien ante la policía o ante el
juez de guardia, nunca una respuesta, ni verbal ni física, a sus
provocaciones».
Rabasco, que no quiere extenderse mucho más en este asunto,
considera «que esto ya ha rebasado el vaso de la desvergüenza.
Habría que preguntarle a este individuo: ¿Qué le ha hecho mi
familia, o yo, para que continuamente esté escribiendo páginas
enteras de todo lo que se le ocurre, sin reparar en que la Justicia
tiene conocimiento de los hechos reales, y que se demostrará que
todas esas atrocidades escritas por él son puramente una
persecución personal? Tal vez crea el señor Inda que también puede
dominar a la Justicia como lo hace con ciertos políticos de la
Isla».
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