Una agente de la Policía Judicial inspecciona la vivienda donde se cometió el crimen.

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EMILIO LÓPEZ-JAVIER JIMÉNEZ
Los resultados del examen forense realizado por el médico Javier Alarcón han abierto nuevas líneas de investigación y una de ellas no descarta que hubiera más de un implicado en el crimen de Pedro Bonnín. Ayer la Policía Judicial de la Guardia Civil continuó realizando ímprobas gestiones y se entrevistó de nuevo con testigos y vecinos. El cerco se está estrechando, pero de momento no se han practicado detenciones.

Un dato que puede ser de crucial importancia es que en la agresión mortal del cocinero se utilizaron hasta cinco armas distintas, entre cuchillos y herramientas. Por un lado podría parecer justificado ya que en la caseta donde se produjo el asesinato Pedro Bonnín guardaba sus útiles de matarife. Lo extraño, sin embargo, es que un único criminal cambiara tantas veces de arma para darle muerte. La mayoría de los golpes y cuchilladas los recibió de frente, en la cabeza, el cuello, el torso y los brazos, mientras que en la espalda presentaba dos o tres heridas incisas.

Otro dato que barajan los investigadores es que el asesino (o asesinos) no se molestó en limpiar el escenario del crimen ni en intentar borrar huellas. Así pues, todo parece indicar que tras el apaleamiento mortal escapó rápidamente y se llevó el coche de «En Guixó». El hecho de que el principal sospechoso no sea localizado podría evidenciar, también, que está recibiendo ayuda de familiares y amigos, lo que supondría a nivel legal un delito, ya que serían cómplices. El dispositivo montado por la Policía Judicial es espectacular y se han movilizado decenas de agentes para participar en la investigación.