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Tras una falsa tregua de algunos días, los «butroneros» han atacado de nuevo, esta vez en Montuïri, Inca y sa Pobla.

En la gasolinera Cepsa de Montuïri entraron por el techo, donde abrieron tres boquetes. Desconectaron la alarma y se descolgaron hasta el interior, donde buscaron la caja fuerte. Cuando la localizaron, la reventaron con una radial y se apoderaron de unos 7.000 euros que había en el interior. A continuación se dirigieron a una empresa de construcciones emplazada en el kilómetro 34-500 de la carretera C-713 (Palma-Alcúdia), entre Inca y Campanet, donde también abrieron un agujero y accedieron al recinto. En este caso se desconoce cuánto robaron. El tercer asalto se registró en otra gasolinera del kilómetro 51 de esa carretera, cerca de sa Pobla. No fueron tan habilidosos como en Montuïri y la alarma saltó, lo que motivó que escaparan a toda velocidad.

El dispositivo de vigilancia de la Guardia Civil sigue siendo impresionante, aunque en los últimos días se había relajado porque la Policía Judicial tiene ahora otras prioridades. Los agentes tienen la certeza de que los «butroneros» son los kosovares que llevan varios meses poniendo en jaque a las fuerzas de seguridad. Hace unos días, tal y como informamos, fue desarticulada una banda que se dedicaba a cometer robos por el procedimiento del butrón, sobre todo en la zona de Alcúdia. Ya desde el principio se puso en duda que se tratara de la organización que buscaba la Guardia Civil, tal y como se ha demostrado ahora, con los nuevos asaltos en Montuïri, Inca y sa Pobla. Durante estos meses de verano han obtenido botines millonarios y han puesto en sus puntos de mira a polígonos industriales y sobre todo gasolineras solitarias, sus víctimas favoritas. Son profesionales y suelen desconectar la alarma con habilidad.