El cadáver de Stefie Rüggeberg fue localizado en una finca de Son Verí Dalt en avanzado estado de descomposición.

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Aplazado hasta enero. El juicio en Alemania contra Thorsten T. por el asesinato de Stefie Rüggeberg, cometido en julio de 2002 en s'Arenal de Llucmajor, no se celebrará a principios de octubre tal y como estaba previsto. Una comisión alemana, formada por fiscales y policías, se desplazará en breve hasta Mallorca y recogerá unas pruebas que serán utilizadas en el proceso que se celebrará en la ciudad de Wuppertal.

El fiscal imputa a Thosrten T., de 42 años, un delito de asesinato y considera que actuó con premeditación. El ciudadano alemán, en cambio, reconoce que mató a la menor de 15 años en su casa de la calle Sant Bartolomé, en s'Arenal, pero sostiene que fue por accidente.

Los dos protagonistas del proceso, la víctima y el verdugo, compartían la misma vivienda. La madre de Stefie hizo amistad con Thorsten y decidió alquilarle una habitación, muy cerca de la de la adolescente. La menor, a finales de julio de 2002, acudió a una fiesta juvenil y regresó a casa de noche. El compatriota la esperaba y según la acusación intentó dormirla con cloroformo, para luego abusar de ella. Stefie se resistió y luego fue asesinada. Para Thorsten se trató de un «accidente», ya que tuvo que propinarle un bofetada porque era ella la que se le estaba insinuando. El fiscal opina que esa versión no tiene sentido y cree que abusó de ella tras anestesiarla. El procesado tiene antecedentes por delitos sexuales, ya que violó en Berlín a una ex novia con una porra eléctrica.

El cadáver de la adolescente fue hallado en septiembre de 2002 en una finca de Son Verí Dalt y Thorsten, sospechosamente, huyó de la isla tres días después. Meses después fue arrestado en su país, por no devolver un coche de alquiler, y se le procesó por estafa, robo y la citada agresión sexual de Berlín. Le cayeron dos años y a principios de este salió en libertad. Sin embargo, la Polizei le tenía preparada una trampa. Thorsten picó y confesó algunos detalles que, en caso de ser inocente, no podía saber. Así fue cazado por segunda vez. Y ahora casi todo está listo para que sea juzgado en Wuppertal. En el proceso está previsto que algunos de los guardias civiles que participaron en la investigación den su testimonio.